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sábado, 8 de octubre de 2011

LA RECONQUISTA VI

ALFONSO I DE ARAGON
Alfonso I de Aragón el Batallador ( 1073 – Poleñino, Huesca, 7 de septiembre de 1134)[ ] fue rey de Aragón y de Pamplona entre 1104 y 1134.
Uno de los personajes más imprtantes de la Reconquista ya que bajo su reinado llegó a duplicarse el territorio del reino de Aragón, llegando sus campañas hasta las ciudades de Valencia, Córdoba y Granada. Inflingio derrotas sonadas a los musulmanes, como las Valtierra, Cutanda, Anzul o Cullera. Por su fama, que traspasó fronteras se le conoció como El Batallador. En las crónicas de San Juan de la Peña del siglo XIV podemos leer: «clamabanlo don Alfonso batallador porque en Espayna no ovo tan buen cavallero que veynte nueve batallas vençió».

Reinó sobre León, Castilla, Toledo, Navarra y Aragón gracias a su matrimonio con Doña Urraca. Esto le valió para procalamarse Emperador de Leon y Rey de toda España.

A su muerte, y en lo que es uno de los episodios más controvertidos de su vida, legó sus reinos a las órdenes militares, lo que no fue aceptado por la nobleza, que eligió a su hermano Ramiro II el Monje en Aragón y a García Ramírez el Restaurador en Navarra, dividiendo su reino.

Cuando fue coronado, era rey de Aragón y Pamplona y comenzó su política de reconquista tomando la ciudad de Zaragoza y las ciudades que dependía de ella como Tudela, Huesca, Lérida, Tarragona y Calatayud y recibiendo vasallaje de Valencia y Denia trasladando sus fronteras hasta el sur del río Ebro. Incluso llegó a traspasar la frontera de Francia sitiando y tomando la ciudad de Bayona.

Con su matrimonio con Doña Urraca, llegó a dominar la práctica totalidad de Castilla, Leon y Galicia, sometiendo las ciudades de  Palencia, Burgos, Osma, Sahagú, Astorga y Orense, con una velocidad que le ganó reputación de invencible entre sus enemigos.

La gran extensión de los nuevos territorios incorporados al Reino de Aragón obligaba al Batallador a atraer gran cantidad de población para repoblar campos y villas y mantener la economía del país. Conociendo la insatisfacción de la numerosa población mozárabe en territorio musulmán ante el aumento del fanatismo religioso de la nueva corriente religiosa norteafricana almorávide, y alentado por los mozárabes de Granada, que le ofrecían su apoyo para rebelarse en esta ciudad del sur de al-Ándalus, Alfonso inició una expedición militar por tierras musulmanas. Recorrió importantes poblaciones del sur de Córdoba y llegó a la costa en Motril o Vélez-Málaga, donde de acuerdo a las crónicas mandó que le pescaran un pez antes de emprender el retorno cargado de botín y acompañado de numerosos mozárabes. Se estima que más de 10.000 le siguieron con la intención de asentarse en el reino cristiano. Quizá la cifra sea exagerada, pero lo cierto es que el Batallador declaró a estos mozárabes hombres libres a su regreso, otorgándoles privilegios y ventajas judiciales, fiscales, económicas y militares. Perseguido por las fuerzas almorávides, Alfonso logró sin embargo culminar el regreso a través de Cuenca y Albarracín en 1126.


A la muerte en Aragón de Gastón, el rey volvió a su reino dejando la política occitana a sus caballeros. En 1133 sitió y se hizo con Mequinenza, uno de los últimos bastiones islámicos en territorio aragonés, aunque con un ejército menguado sin los bearneses y gascones de Gastón, que habían vuelto en masa a su tierra. En el mismo año conquistó Horta de San Juan, que constituyó junto con Escarp y Morella el confín oriental del Aragón de Alfonso I.

En el verano de 1134 estaba el rey sitiando la fortaleza de Fraga con apenas quinientos caballeros cuando un ataque de la guarnición musulmana les sorprendió y derrotó el 17 de julio, recibiendo el veterano monarca graves heridas. Aunque logró huir y salvarse en primera instancia, complicaciones de las mismas causaron su muerte el 7 de septiembre de ese año en la localidad monegrina de Poleñino, siendo sepultado en el monasterio de Montearagón, cerca de Huesca.[] Según la Crónica de San Juan de la Peña, tenía 61 años de edad y había reinado durante la mitad de ellos

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