ALFONSO VII: EL EMPERADOR
Fue el primer rey de leon y Castilla de la dinastía de Borgoña.
Era hijo de doña Urraca (hija de Alfonso VI, que reinó en Castilla entre 1109 y 1157) y de Raimundo de Borgoña. Su madre le reconoció como rey de Galicia en 1111.
Encabezó la resistencia de los castellanos contra las ambiciones de su padrastro, Alfonso I de Aragón, lo cual le llevó a realizar varias campañas para recuperar los territorios que el rey de aragón había retenido después de separarse de Doña Urraca. Las Paces de Támara (1127) evitaron el choque entre ambos y consolidaron a Alfonso VII en el trono castellano, al que había accedido un año antes.
A la muerte sin descendencia de Alfonso I de Aragón, intentó sin éxito apoderarse de este reino, pero si le valió para integrar a la corona de Leon La Rioja, Zaragoza, el vasallaje del rey de Navarra, del conde de Barcelona y de varios señores del sur de Francia.
Aprovechó esta situación para hacerse proclamar emperador (1135), expresando la pretensión leonesa de hegemonía peninsular y de exclusividad en la reconquista frente a los musulmanes.
Dichas pretensiones no se lograron, pues el reinado de Alfonso VII contempló una cierta disgregación de la Corona castellano-leonesa: por un lado, se vio obligado a reconocer la independencia de Alfonso I Enríquez como rey de Portugal (1143); por otro, al enfrentarse los reinos de Navarra y Aragón, hubo de optar por apoyar a uno de ellos frente al otro, lo cual le puso en guerra con García V de Navarra y le obligó a firmar con Aragón el Tratado de Tudellén (1151), por el que reconocía a Ramón Berenguer IV de Aragón el derecho a reconquistar Valencia, Denia y Murcia; roto ya el sueño imperial, al morir Alfonso repartió el reino entre sus hijos Sancho III (Castilla) y Fernando II (León).
En sus luchas de Reconquista cabe destacar que contó con la ayuda de cruzados genoveses y de caudillos hispanomusulmanes como Zafadola o Ibn Mardanish, conocido como el Rey Lobo.
En 1139 tomó el castillo de Colmenar de Oreja desde el que se amenazaba Toledo. En 1142 se hace con Coria, en 1144 con Jaén y Córdoba, aunque esta última volverá a caer ese mismo año en manos musulmanas.
En 1146 se produce una invasión almohade que tras desembarcar en Algeciras se hace con importantes territorios, por lo que Alfonso VII se ve obligado a pactar con el caudillo almorávide Ibn Ganiya para organizar la resistencia. Se entrevista con Ramón Berenguer IV y con García Ramírez y acuerdan la conquista de Almería en poder de los almohades. Para ello cuentan además con el apoyo de la flota genovesa y con cruzados franceses que responden al llamamiento que ha realizado el papa Eugenio III. Almería es tomada en octubre de 1147.
En 1157, los almohades recuperaron el control de la ciudad de Almería y Alfonso VII parte para intentar reconquistarla. Fracasa en el intento y cuando regresaba a León, muere el 21 de agosto, en el paraje de Fresnedas, camino de Alarcos, al poco de franquear. Su hijo Fernando le sucedió en el trono de León mientras que su otro hijo Sancho ocupó el trono de Castilla.
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