A LOS AMANTES DE NUESTRO PASADO

A LOS AMANTES DE NUESTRO PASADO, DE NUESTRAS GESTAS Y BATALLAS, DE NUESTROS HEROES Y NUESTROS SANTOS. A VOSOTROS QUE SOÑAÍS CON NUESTRA HISTORIA: BIENVENIDOS

domingo, 26 de junio de 2011

LA RECONQUISTA II: SANTIAGO Y CIERRA ESPAÑA

Dice un hombre que ha visto a Santiago
En tropel con doscientos guerreros;
Iban todos cubiertos de luces,
Con guirnaldas de verdes luceros,
Y el caballo que monta Santiago
Era un astro de brillos intensos.
Dice el hombre que cuenta la historia
Que en la noche dormida se oyeron
Tremolar plateado de alas
Que en sus ondas llevose el silencio.
¿Qué sería que el río parose?
Eran ángeles los caballeros.
¡Niños chicos, cantad en el prado,
Honrando con risas al viento!
Federico García Lorc
EL PROTAGONISTA: RAMIRO I
En Asturias reina Ramiro I entre los años 842 y 850. Era hombre de temperamento cruzado y su estandarte era una cruz sobre fondo blanco. Su reinado transcurre entre guerras contra los árabes y contra los normandos. Ramiro I crea la primera orden de Caballeros de Santiago y entre otros monumentos, levantó el palacio de Santa María del Naranco y la Iglesia de San Miguel de Lillo. Ambos monnumentos son del prerrománico asturiano, conocido como de estilo ramirense.
La Crónica Albeldense define a Ramiro I como Uirga iustitiae, Vara de la Justicia, ya que también fue famoso por sofocar diferentes revueltas como la del prócer Piniolo o la del comes palatii Aldroito. Del mismo modo fue impacable con los latrones y los magos, de los que se suponía eran seguidores de cultos paganos.
A partir de Ramiro I la corona de España será hereditaria y no electiva. Esta España vive bajo la amenza permanete del poder musulman, amenaza especialmente viva en la zona de Alava, La Rioja y Burgos.

EL ORIGEN DE LA BATALLA DE CLAVIJO
Los musulmanes habían impuesto a los cristianos un tributo vergonzoso: la entrega anual de cien doncellas a cambio de no ser atacados. Este impuesto está vigente desde el año 738. Desde entonces sucesivos reyes lucharon por abolirlo pero sin éxito. Ramiro I con su estandarte de la Cruz convocó a los caballeros cristianos, se puso al frente de ellos y marchó hacia La Rioja para combatirlos. Allí los moros contaban con un enorme ejército bajo el mando del propio Abderramán II y formado por millares de guerreros procedentes de la propia península y de las levas del norte de Africa. Los cristianos se batieron con bravura pero la superioridad árabe era manifiesta. Acosado por todos los flancos, las tropas de Ramiro tuvieron que cobijarse dentro de los muros del castillo de Clavijo, en Monte Laturce. Era el 23 de mayo del 844. Aquella noche los  españoles, muy mermados por la batalla, estaban al borde de la desesperanza.
LA INTERVENCION DEL APOSTOL
Fue entonces cuando en sueños, el rey Ramiro tuvo una visión. El mismo nos la cuenta:
“Y estando yo durmiendo, se dignó aparecérseme, en figura corporal, el bienaventurado Santiago, protector de los españoles….El bienaventurado apóstol me dijo: ¿Acaso no sabías que mi Señor Jesucristo, distribuyendo las otras provincias del mundo a mis hermanos, los otros apóstoles, confió pos suerte a mi tutela toda España y la puso bajo mi protección…? Buen ánimo y ten valor, pues yo he de venir en tu ayuda y mañana, con el poder de Dios, vencerás a toda esa gran muchedumbre de enemigos por quienes te ves cercado. Y para que no haya dudas, tanto vosotros como los sarracenos, me veréis sin cesar vestido de blanco sobre un caballo blanco llevando en la mano un estandarte blanco”
Al alba las tropas cristianas, seguras de su victoria, acometieron contra los sarracenos. Allí gritaron por primera vez unos españoles aquello de ¡Santiago!. Y en el fragor del combate, apareción el gran jinete blanco, estandarte blanco, en caballo blanco, como un rayo de luz, para inclinar la victoria del lado de los cruzados.
El día 25 de mayo, en Calahorra, el rey dicta en acción de gracias el voto de Santiago, que comprometía a todos los ciudadanos de la península a peregrinar a Santiago de Compostela portando ofrendas al apóstol. Y desde entonces Santiago Apóstol es el Patrón de España y de los españoles y su festividad la celebramos el 25 de Julio.

domingo, 12 de junio de 2011

LA RECONQUISTA I: LOS PRIMEROS SANTOS Y MARTIRES


¿Qué diferencia la invasión musulmana de las invasiones anteriores de otras civilizaiones? ¿Por qué a la invasión musulmana le sucede una Reconquista de 8 siglos hasta conseguir su expulsión?
Desde el siglo II AC en que los romanos llegan a la península hasta el V en que entran los bárbaros pasan 700 años en los que se forma una cultura de carácter unitario, la hispanorromana. De mano de las legiones viene el Cristianismo y de manos de un emperador hispano, Teodosio, el Cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio. ¿Hubo resistencias? Por supuesto, pero fueron resitencias de carácter tribal o de ciudades aisladas, pero no de la península como pueblo invadido frente a otro pueblo invasor: Retógenes, Viriato, Numancia…Heróes y gestas de nuestra historia necesarias de recordar.
En el siglo V se producen las invasiones bárbaras que darán lugar al establecimiento de los godos. Estos nunca se marcharán: Se integrarán, darán unidad territorial y jurídica a España como Nación bajo el mando de la Corona: Con ellos Hispania pasa a ser España. Figuras esenciales de este periodo son los reyes Leovigildo, primer rey hispanorromano, Recaredo, quien dota de unidad religiosa y Chindasvinto, el que nos da la unidad jurídica.
Como hemos visto, tanto Roma como los godos construyeron España. Sin embargo en el 711 se produce la invasión de una cultura contra otra: El Islam invade y lucha contra el Cristianismo. El poder musulman fue autoritario e intolerante. Quiso convertir al islam a todos los habitantes de España y se prohibieron las manifestaciones externas del Cristianismo. Estaba prohibido negar el carácter profético de Mahoma y dejar de ser musulman para volver al Cristianismo. Los mozárabes eran aquellos cristianos que vivían en zona ocupada por los musulmanes y a los que se les permitía practicar su fe pero en condiciones de subordinación y marginación intolerables, condiciones que les empujaron a varias rebeliones y al martirio.
Este fue el caso de Toledo: A finales del siglo VIII los mozárabes toledanos se rebelaron. El emir Alakhan I orednó una represión salvaje. Envió un emir, Amorroz, que convocó a los jefes cristianos a una cena para mediar en dicha rebelión. Según iban llegando los dagollaron y los tiraron a un foso. Es lo que se conoce como la Jornada del Foso. Las sublevaciones no cesaron y a esta le siguieron las de los años 811 y 829. Estas continuaron hasta el año 932, en el que Abderramán III aplastó de forma definitiva la rebelión de los mozárabes toledanos. Habían transcurrido practicamente 100 años.
Si en Toledo los mozárabes optaron por la rebeldía y la sublevación, más escalofriante fue la determinación de los mozárabes cordobeses: El martirio voluntario será su forma de expresar su fidelidad a Cristo. El fundamentalismo islámico concretado en el malikismo llevó a que los muslmanes extremaran su celo contra los cristianos. El detonante fue el caso del presbítero San Perfecto, a quien los musulmanes obligaron a decir que pensaba de Cristo y de Mahoma. A Perfecto le cortaron la cabeza. Tras su muerte, 48 notables cristianos de Córdoba se ofrecieron voluntariamente al martirio. Tras ellos un laico y once monjas, las hermanas Nunila y Alodia, despues Flora y la monja María. Ante este rosario de mártires Abderramán II convocó un concilio para forzar a los obispos cristianos a prohibir el martirio. Sólo consiguió que lo desanconsejaran. A Abderramán II le sucedió Mohamed I quien incrementó aún más la represión. Con él fueron famosos los martirios de Rodrigo y Salomón, Isaac y Sancho, Pedro, Walabonso, Sabiniano y Wistremundo, Jeremías y Habencio…
De entre los defensores del martirio hay que destacar a San Eulogio de Córdoba. Su prestigio cresió hasta el punto de que fue nombrado obispo de Toledo, cargo que nunca llegó a ejercer pues conoció el martirio antes. Fue encarcelado en el 859 acusado de dar cobijo a una mora convertida a la Fe de Cristo. Fue llevado ante el emir y sólo consiguieron que hiciera una encendida defensa del Cristianismo. Fue decapitado a las tres de la tarde del 11 de marzo del año 859, año en que quedará sofocado todo intento de rebelión. Comienza así el periodo conocido como el silencio mozárabe, en el que el cristianismo se practicaría en el secreto de la clandestinidad como demuestra que hasta nuestros días hayan llegado los textos litúrgicos de la Iglesia mozárabe

domingo, 5 de junio de 2011

DON PELAYO: ASTURIAS ES ESPAÑA


Don Pelayo era hijo de Favila, miembro de la aristocracia del norte de la península, y nieto del rey Recesvinto. Fue espatario y probablemente jefe de los espatarios en el partido de Don Rodrigo y por tanto enemigo de Witiza porque al parecer este mandó capturar y matar a su padre Favila. Participó en el desastre de Guadalete y tuvo que huir hacia el Norte. Se refugió en Toledo, donde el arzobispo Urbano le confió las Sagradas Reliquias: el lignum crucis, las vestiduras de Cristo entregadas por  la Virgen a San Ildefonso. Junto a estas reliquias entregó para su custodia las obras de San Isidoro, San Idelfonso y San Juliano, así como el tesoro de la Corona visigoda.
Abandona Toledo y se dirige hacia el norte con otros guerreros, nobles y con su hermana Adosinda. Finalmente se asentan en Asturias.
En Asturias los musulmanes ha dejado a Munuza como gobernador, con el control político, militar y fiscal de la región. Munuza se enamora de Adosinda e intenta apoderarse de la joven para integrarla en su haren. Don Pelayo se rebela pero pocos secundan su rebelión que es aplastada por los árabes. Don Pelayo es capturado y enviado a Córdoba como rehén de nuevos impuestos y para alejarlo de Adosinda. Pero Don Pelayo logra fugarse y vuelve a Asturias a organizar una nueva rebelión. Esta vez será la decisiva.
Ante esta nueva rebelión, los musulmanes convocan un ejército para aplastarla, bajo el mando del general Al Qama. Cuando Pelayo se entera reune a sus seguidores, unos cuantos guerreros y sus familias y busca un lugar propicio para la lucha. Lo encuentra en una cueva a los pies del monte Auseba, una cueva consagrada a la Virgen, la Cova Dominica, Covadonga, cueva que fue atacada por el ejército de Al Qama. Los cristianos no tenían estandarte pues lo habían perdido en la batalla de Guadalete. Ante esto, un ermitaño que vivía en la cueva puso en manos de Don Pelayo una cruz de roble y le dijo: “He aquí la señal de la victoria”.
Esta rebelión fue tomada muy en serio por  los musulmanes y enviaron como mediador al traidor Don Opas. Don Pelayo rechazó la mediación y comezó la batalla de Covadonga.
Dice la  leyenda que los moros lanzaron un ataque masivo de flechas pero que de forma milagrosa estas volvieron sobre los musulmanes causando miles de bajas. Don Pelayo, dando gracias al Cielo, atacó la vanguardia mora mientras otros cristianos lanzaban desde los valles rocas, troncos y  dardos sobre el grueso del ejército de Al Qama, el cual huye despavorido para caer presa de las tropas cristianas en Cangas de Onís, donde muere el líder moro y Don Opas desaparece.
Es el año 718 cuando Don Pelayo es elegido Rey en Cangas de Onís. Reinó durante 18 años y amplió la zona de ataque y defensa asturiana y cantábrica y otros núcleos cristianos reconocieron su caudillaje. Murió en el 737 y sus restos descansan hoy en la Cueva de Covadonga.
A Pelayo le sucedió su hijo Favila que fue devorado por un oso. La hija de Don Pelayo, Emersinda se casó con el duque de Cantabria. Hijo de este matrimonio era Alfonso a quien le corresponde el trono a la muerte de Favila. Es Alfonso I el Católico y con él nace la Dinastía Asturiana y la Reconquista.